Estas son las 5 señales más comunes:
- Empiezas a cuestionar todo: Desde tu rutina hasta tu sistema de creencias. Sientes que algo ya no encaja, y te invade una sensación de que el mundo que conoces no es suficiente. Empiezas a buscar respuestas más allá de lo superficial.
- Te alejas de personas tóxicas: Sin conflicto, simplemente ya no resuenas con ciertas energías ni entornos. Notas que necesitas espacios más tranquilos, personas más conscientes, y conversaciones que nutran tu alma.
- Sientes atracción por lo espiritual: Meditación, astrología, energías, sincronicidades... todo comienza a llamar tu atención. Te interesas por herramientas de autoconocimiento y exploras conceptos que antes te parecían ajenos.
- Tienes sensibilidad energética: Percibes ambientes densos o cargados, te afecta el estado emocional de otros. A veces te sientes agotado sin razón aparente. Es tu intuición despertando y tu campo energético expandiéndose.
- Buscas un propósito más profundo: El trabajo, el dinero o la apariencia ya no te satisfacen. Necesitas sentido. Te preguntas cuál es tu misión, qué viniste a aportar, y cómo puedes vivir con más autenticidad y coherencia.
Este proceso no es lineal ni rápido. A veces puede ser confuso, incluso doloroso. Pero también es uno de los viajes más hermosos que puedes emprender: el regreso a ti mismo. Cada paso que das hacia tu verdad interior te acerca a una vida más plena, libre y alineada con tu alma.